¿Por qué deberías cambiar la contraseña de tus dispositivos nuevos?

Jul 18, 2025Blog

Comprar un nuevo dispositivo —ya sea un router, una cámara IP, un NAS o incluso un sistema de videovigilancia— implica un riesgo si no se toma una acción básica pero crítica: cambiar la contraseña predeterminada.

Según un estudio de FBI y CISA en 2024, más del 60% de los ataques a dispositivos conectados se deben a credenciales por defecto o configuraciones de fábrica mal protegidas. Cambiar estas credenciales no es solo una buena práctica: es una necesidad urgente para proteger tu red, tus datos y tu infraestructura.

1. Las contraseñas predeterminadas son conocidas (por todos)

Fabricantes de hardware y software asignan contraseñas genéricas como admin, 1234 o incluso el nombre del producto. Estas credenciales están documentadas públicamente en manuales, foros y bases de datos de ciberdelincuentes.

Plataformas como Shodan permiten localizar dispositivos conectados por IP con configuraciones débiles. Si no cambias tu contraseña, tu dispositivo puede ser encontrado y comprometido en cuestión de minutos después de conectarse a Internet.

2. Puntos de entrada perfectos para ataques de red

Un dispositivo con credenciales por defecto es una puerta trasera abierta a toda tu red. Si es comprometido, puede servir para:

  • Capturar tráfico de red (sniffing de paquetes).
  • Lanzar ataques de tipo Man-in-the-Middle (MitM).
  • Instalar malware persistente en otros dispositivos conectados.
  • Servir como nodo para campañas de botnets, como ocurrió con el malware Mirai que explotó miles de cámaras IP y routers en 2016.

En entornos empresariales, este tipo de brechas puede derivar en filtraciones de datos confidenciales, interrupción de servicios e impacto reputacional.

3. Afecta tanto a empresas como a usuarios domésticos

No se trata solo de ciberseguridad corporativa. En hogares conectados con asistentes inteligentes, cerraduras digitales, cámaras o termostatos IoT, no cambiar la contraseña expone tu privacidad y seguridad física.

Según el informe de Fortinet Threat Landscape 2025, los dispositivos IoT con credenciales por defecto están siendo el principal blanco de ransomware en el entorno doméstico.

4. El problema no es solo la contraseña: también la interfaz de administración

Muchos dispositivos permiten acceso remoto a sus interfaces web por HTTP o puertos inseguros. Si no se cambia la contraseña, ni se desactiva el acceso externo, estás exponiendo tu panel de control directamente a Internet.

Buenas prácticas adicionales:

  • Cambiar el puerto predeterminado de acceso web.
  • Desactivar UPnP si no es necesario.
  • Restringir accesos por IP y habilitar autenticación multifactor (si el dispositivo lo permite).

5. Ciberseguridad proactiva desde el primer encendido

La ciberseguridad debe comenzar desde el momento en que se conecta un dispositivo, no después. Un mal actor solo necesita segundos para explotar una configuración débil, y una vez dentro, las consecuencias pueden ser costosas.

¿Cómo crear una contraseña segura?

  • Usa al menos 12 caracteres, combinando letras, números y símbolos.
  • Evita datos obvios como fechas de nacimiento o nombres.
  • No repitas contraseñas de otros servicios.
  • Usa un gestor de contraseñas confiable para almacenarlas.

6. Cumplimiento normativo y reputación digital

En sectores como manufactura, salud o financiero, mantener contraseñas seguras en dispositivos conectados no es solo una práctica recomendada, sino un requerimiento regulatorio.

  • Normas como ISO/IEC 27001 y NIST 800-53 exigen controles sobre accesos.
  • El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) considera negligencia no proteger adecuadamente datos personales mediante configuraciones seguras.

Además, una brecha por un error tan básico puede poner en duda la madurez tecnológica y reputación de cualquier organización.

Cambiar la contraseña predeterminada de cualquier dispositivo nuevo no es una medida opcional ni una tarea que puedas dejar para después. Es la primera línea de defensa frente a amenazas crecientes en un mundo donde todo está conectado.

Ya sea en un hogar inteligente o una empresa, esta práctica simple puede evitar costosos incidentes de ciberseguridad. No esperes a ser víctima de un ataque por algo que podías haber evitado con 30 segundos de acción.